Hey, que sigo aquí.
Últimamente no encuentro temas sobre los que me apetezca escribir. Tampoco tengo tiempo, pero eso nunca ha sido un verdadero inconveniente cuando tenía en mi mente algo pensado... así que confieso que desde hace un par de semanas la falta de motivación ha tenido algo que ver con la no actualización del blog. Pero...
Hace unos días llegó a mis manos el libro "Seis piezas fáciles" de Richard Feynman (¡gracias Mary!), un libro sobre física. Feynman ha pasado a encabezar mi lista de gente que mejor se explica y mejor consigue que la gente pueda entender lo que quiere explicar :O
Tras leerme parte del primer capítulo mientras comía entre clase y clase he vuelto a sentir "eso": ganas de seguir leyendo, de devorar el libro, de aprender cosas nuevas y además de querer hablar sobre ello. Ya me había pasado antes: en verano me sucedió con la "La partícula divina" y meses antes con "El teorema del loro"... y después llegó la sequía.
Como decía, hoy estaba leyendo el primero capítulo y ha habido un momento en el que me he sentido del mismo modo en el que me sentí hace unos años en clase de [no recuerdo de qué] cuando el profesor nos explicó que evaporar el agua no solo se podía conseguir dando calor, sino que también había otros métodos. Fue un hala... de esos que suceden cuando oyes o ves algo que de verdad te sorprende.
Y todo por un libro, qué cosas. Y ahora a seguir leyendo, que me parece que de aquí sale algo de material esta semana :-)
Últimamente no encuentro temas sobre los que me apetezca escribir. Tampoco tengo tiempo, pero eso nunca ha sido un verdadero inconveniente cuando tenía en mi mente algo pensado... así que confieso que desde hace un par de semanas la falta de motivación ha tenido algo que ver con la no actualización del blog. Pero...
Hace unos días llegó a mis manos el libro "Seis piezas fáciles" de Richard Feynman (¡gracias Mary!), un libro sobre física. Feynman ha pasado a encabezar mi lista de gente que mejor se explica y mejor consigue que la gente pueda entender lo que quiere explicar :O
Tras leerme parte del primer capítulo mientras comía entre clase y clase he vuelto a sentir "eso": ganas de seguir leyendo, de devorar el libro, de aprender cosas nuevas y además de querer hablar sobre ello. Ya me había pasado antes: en verano me sucedió con la "La partícula divina" y meses antes con "El teorema del loro"... y después llegó la sequía.
Como decía, hoy estaba leyendo el primero capítulo y ha habido un momento en el que me he sentido del mismo modo en el que me sentí hace unos años en clase de [no recuerdo de qué] cuando el profesor nos explicó que evaporar el agua no solo se podía conseguir dando calor, sino que también había otros métodos. Fue un hala... de esos que suceden cuando oyes o ves algo que de verdad te sorprende.
Y todo por un libro, qué cosas. Y ahora a seguir leyendo, que me parece que de aquí sale algo de material esta semana :-)
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