21 de abril de 2010

La paradoja de Newcomb (2)


Imaginemos que estamos viendo este suceso como espectadores, que es otra persona a la que le está pasando. Cada vez que esa persona elige solo la caja B se lleva un millón de euros, y cada vez que elige levarse las dos se queda solo con mil euros. Vemos el experimento una y otra vez, y parece que el señor de las cajas siempre ha acertado en sus predicciones. Parece ser que lo más lógico es coger siempre la caja B para llevarnos el millón, ya que como hemos visto, eligiendo ambas nos estaremos llevando nada más que mil euros.
Ahora, pongámonos nosotros en situación. ¿Qué hacemos? Acabamos de decidir que lo mejor es abrir solamente la caja B, pero... tenemos delante las dos cajas, el futuro ya está predicho, nada va a cambiar lo que hay en ellas. Por esta razón, porque lo que ahora mismo hay en la caja es lo que habrá cuando la abras, lo más lógico es querer abrir las dos. De hecho, si hubiese alguien fuera viéndonos a nosotros (igual que antes nosotros hicimos de espectadores), y nos pidiera que le enseñásemos el contenido de la caja B antes de nosotros hacer ninguna elección, él siempre nos aconsejará que nos quedemos con ambas cajas porque, sea cual sea el contenido de la caja B, nos llevaremos mil euros más llevándonos las dos.
Dicho de otra forma: si abrimos solo la caja B y nos llevamos el millón de euros, nos estaremos llevando mil euros menos que si hubiésemos elegido las dos, porque ese millón no ha aparecido al abrir la caja, sino que llevaba ahí dentro desde hace rato.
La paradoja de Newcomb recibe ese nombre porque, como hemos hecho ahora al vernos en ambas situaciones, las dos posibles decisiones (aunque Fer eligió una tercera xD) son perfectamente defendibles con sendos argumentos aparentemente no replicables (vaya palabro que me acabo de inventar :S).
Otra paradoja de este tipo sería "¿qué pasa si un cuerpo imparable choca contra una pared irrompible?"
Quizá exista un cuerpo que no puede pararse, y también puede existir una pared inamovible, pero la existencia de ambas llevaría a esta paradójica contradicción.
Bonus paranoico: imaginad que el señor de las cajas puede viajar al futuro y ver nuestra elección en el futuro, y que se basa en eso para introducir o no el millón de euros. Si lo pensamos un poco, en ese caso no nos estaría dando a elegir nada porque la elección ya estaría tomada (y aquí es cuando yo empiezo a hablar sobre el libre albedrío, la capacidad de decidir etc etc). Y como la decisión ya está tomada en el futuro, pues entonces no hay más que pensar, porque en realidad nosotros no vamos a decidir nada.
Enough for today, que se me ha empezado a ir un poco la pelota :-)

edito para quitar los dobles espacios que salen siempre... ¡¡grrrr!!

No hay comentarios: