4 de septiembre de 2008

El circo

No esperaba volver en mucho tiempo, pero ayer fui al circo con mi hermanita de 3 años. Hacía muchos años que no iba, y si soy sincero pensaba que me iba a aburrir y que aquello que iba a ver me parecería algo para niños.

Cual fue mi sorpresa cuando salí con la sensación de satisfacción con la que salía cuando iba de niño. Me asombraron los domadores de leones y cocodrilos (¡y focas!), los payasos me hicieron reír a carcajadas, los funambulistas hicieron que suspirara de alivio cuando llegaban al final de la cuerda por la que andaban a 5 metros del suelo y los malabaristas hicieron que quisiera de nuevo intentar imitarlos. Todo como cuando era niño. Y al ver a mi hermana me veía a mi mismo hace 15 años (ahora tengo 23), experimentando lo mismo que ahora pero elevado al cubo.

Lo que no recordaba es que fuera tan, tan, tan largo. Desde las 17:15 que hemos entrado hasta las 20:00 que ha terminado se me ha hecho un poco largo. Aún así ha merecido la pena, y el año que viene volveré con ella, se lo he prometido :-)

No hay comentarios: